miércoles, 30 de marzo de 2011

Nueva exposición del grupo EBRIZMIR.

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Nueva exposición del grupo EBRIZMIR.

La amistad en los trazos del marmoleado.

Aysen Bilgi, Süreyya Uyan, Sanda Serim, Yesim Goktepe
Artista invitada: Lucie Lapierre

Exposición del 11 al 22 de abril 2011 en la
Universidad de Ege, Facultad de Ciencias, Auditorio, Fuaye.
Ege Üniversitesi Kampüsü -35100- Bornova- İZMİR
Teléfono (0-232) 311 10 10

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Cóctel de bienvenida, el 11 de Abril entre las 17 y las 19 horas.

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La exposición se llama “Amistad en los trazos del agua” para rendir tributo a la amistad surgida entre los artistas Turcos y Canadienses con motivo de la exposición celebrada en conmemoración del 25 aniversario de la asociación de encuadernadores Quebequenses y que continua ahora con esta exposicion en Izmir.


http://www.relieursduquebec.ca/galerie/

http://www.relieursduquebec.ca/galerie/2009_25e_salle3.php


Con nuestros saludos para el grupo Ebrizmir.

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Süreyya Uyan me escribió diciendo que la exposición es sobre la amistad en los trazos del agua.
Me sentí contenta y "tocada" por este título,
que expresa bien el trabajo del marmoleado en el agua;
y sobre todo la amistad alrededor de los surcos del agua, gestos de amistad apreciada y bienvenida con humildad.
Asimismo agradezco a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Ege que albergue esta exposición que expresa que el Ebrû, el marmoleado, participa de la alquimia del color, y es una perfecta amalgama de la sensibilidad del artista y su práctica de la física y química aplicadas.
Lucie Lapierre.
Artista Ebrû


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martes, 8 de marzo de 2011

El proyecto "Desigual".

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El verano pasado me hicieron una pregunta :
¿podrías marmolear los cantos de unos cuatro mil libros, o son demasiados?
Mi respuesta no podía ser mas que una:
¡claro!, sin ningún problema...
Nunca he sabido decir que no.
Luego, ya se vería como salir del paso.

Esta es la historia de este trabajo,
en el que estoy ocupado desde finales de Diciembre pasado
y que he acabado hoy siete de Marzo de 2011.
Un trabajo que me tiene "secuestrado"
pero que me sirve de disculpa
ante tantos amigos que "no" tengo olvidados.

Lo primero que recibí por e-mail, fue una maqueta que hizo
el estudio de diseño encargado del proyecto
con la ayuda de un ordenador:


Se trata de un libro de índole corporativa de la firma "Desigual",
que debía reproducir, en guardas y cortes,
sus manchas de color caracteristicas.

La verdad es que cuando ví la maqueta pensé que no sería tan difícil,
por lo menos el modelo no era muy complicado.
!Que equivocado estaba¡

A vuelta de correo envié una maqueta, esta vez real,
con lo que yo entendía que me pedían.


No les pareció mal, solo que... no eran los colores "Desigual".
Bueno, pregunté, ¿y cuales son los colores "Desigual"?
Pedí unas pruebas de color originales,
una buena muestra de esos colores
para poder reproducirlos exactamente.

Lo que me mandaron, tambien por e-mail, fueron tres fotografías,
en la primera no se veía nada que me ayudara,
pero servía para formarse una vaga idea de lo que querían...


...en la segunda se veían bien los colores,
pero no estaban todos los que debía utilizar...


...pero en la tercera sí que estaban, y con esta foto comencé a definirlos.



Tras varias pruebas concluimos que se iban a emplear once colores,
sin el negro, algo que es la primera vez que hago,
pues con este trabajo descubrí que el blanco
puede hacer la misma función que el negro:
servir para contrastar y realzar el resto de colores,
el último de ellos se emplearía en un salpicado finito,
que de forma testimonial recordaría la esencia del marmoleado, las gotas.

Aunque primero hice una prueba a pincel...


...siempre me ha gustado confeccionar la fórmula de los colores que empleo
en una cuartilla dónde anoto las proporciones de los pigmentos de cada uno de ellos,
la forma de verterlos, el orden de hacerlo y una muestra no muy grande a pincel.
He omitido los dos primeros apartados que no aparecen en la siguiente imagen.


Parecía que el trabajo podría comenzar,
hicimos otra prueba sobre un par de librillos en blanco para asegurarnos...


...y no fue así.

Los colores eran aceptables,
brillantes, densos, magníficos,
completamente saturados...

...pero no el dibujo.
Debía haber menos rayas, menos líneas,
y más manchas sin forma precisa.

Y además, comprobamos que se debian hacer dos
diseños diferentes, uno para las guardas,
que se iban a imprimir a partir de mis originales,
con el último verde salpicado al final muy ligeramente,
y otro distinto para los cortes de los libros,
porque al ser muy delgados muchos corrían el riesgo de que no apareciera
en ellos ni una sola gotita del color verde,
sino se salpicaba más intensamente.

Además, este segundo debía ser un diseño muy versátil,
tenía que funcionar pintando varios libros a la vez,
si hubiera tenido que pintarlos uno a uno
no hubiera podido aceptar este trabajo que habría sido interminable...


... pero era imprescindible que también funcionara
individualmente en cada libro cuando se separara del bloque.


Así, todos los libros serían "Desiguales",
pese a lo cuál todos ellos conservarían una misma identidad,
la de la marca que los había encargado.

Mandé a Barcelona seis papeles grandes
para que eligieran los ocho recortes distintos
que servirían de guardas, porque los libros no
debían tener todos "exactamente" las mismas.
El concepto "Desigual" nuevamente.

Los detalles se escogieron minuciosamente
para que no predominaran ni los
tonos fríos ni los cálidos,
debían aparecer todos los colores,
pero en un justo equilibrio.

Se imprimieron los libros,
una edición en castellano y otra en inglés,
y se imprimieron las guardas,
se encuadernaron adecuadamente,
y comenzaron a enviármelos.

Y ahora sí,
el trabajo de pintar los cortes podía comenzar.
Aunque debí modificar los colores aún otra vez más
para igualarlos con los que aparecían en las guardas,
modificados durante el proceso de impresión.
!Adiós a mi espléndido y brillante naranja de cadmio¡
ahora había quedado algo más rojizo.


Antes de pintar los cortes había que agrupar los libros,
con una madera al principio y al final de cada bloque,
con un cartoncillo entre cada libro para compensar el grosor de la tarlatana,
y todo ello bien sujeto por sargentas de marquetería
que impedirían la entrada de agua o humedad al interior de los volúmenes.

Primero se pinta el corte superior,
o el inferior, en este caso es indistinto,
y luego el contrario para, finalmente,
pintar el delantero.

Es necesario arrodillarse para ver
perfectamente el borde delantero,
que no debe mancharse y que
se pinta en último lugar,
cuando la humedad de los otros dos cortes
impide que resulten marmoleados "doblemente".



Otro momento complicado del proceso es
el lavado de los cortes para retirar el exceso de goma.
Me estremece arruinar el trabajo por una fuerte presión de agua,
la pintura está impermeabilizada al líquido,
pero no resiste a la fricción en este momento.

Así que compré un motorcillo de los que se usan para elevar agua en
los estanques o peceras, el más pequeño que encontré,
lo coloqué en el fondo de una jarra,
y mediante un fino tubito
pude lavar los libros sin aprensión.



Luego había que dejar secar los bloques...



...empaquetar y enviar los libros acabados...



...y volver a recuperar y limpiar todo el material empleado:
sargentas, maderas y cartones.

Y vuelta a empezar.
Una y otra vez.
Y otra más.
Hasta completar todo el trabajo.

Mi amigo Aaldert, de la firma Boektotaal,
me confió el secreto,
tal como a él se lo transmitió su padre:
no mires todo lo que tienes que hacer, simplemente,
!ponte a trabajar¡
Poco a poco,
con constancia y labor,
!puede hacerse¡


Un libro diseñado con un precioso contraste
entre la sobria e inmaculada encuadernación
y la sinfonía de color de cortes y guardas,
y que responde perfectamente al encargo realizado.

El marmoleado, una antigua y venerable técnica,
se renueva constantemente cuál ave Fénix,
convirtiéndose aquí en el vehículo idóneo

para expresar y traducir la identidad
de una firma puntera de la actualidad.


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Diseño del libro: estudio "Bendita Gloria", Barcelona.
Impresión y encuadernación: "Gráfiko", Barcelona.
Diseño y realización del marmoleado: Antonio Vélez Celemín, Madrid.