Una de las cosas que más se valoran hoy día en el mundo del arte es la originalidad. No creo que posea este don. La originalidad es un valor positivo, desde luego. Pero me parece casi imposible no reconocer, en el fondo o en la superficie, las influencias del trabajo de otras personas en lo que hago. Me parece muy, muy difícil ser “original” de verdad, creo que esto está al alcance de muy pocos seres privilegiados, entre los que, repito, no creo encontrarme. Sí que lo estoy entre los que transformamos ideas que nos vienen a la cabeza por influencias externas, de las que por otra parte estamos muy satisfechos, y las convertimos en algo diferente al modelo, algo que ya es propio y “original” de cada uno pero que está marcado por esas mismas influencias. Nunca haría una radiografía de una tercera persona, pero siendo consciente de lo anterior, sí que puedo perfectamente hacer la mía.
Christopher Weimann fue uno de los marmoleadores más brillantes de los EE.UU. Porque en el tiempo en que trabajó no había ninguna facilidad para el aprendizaje de esta técnica y todo lo que hizo lo debió hacer en soledad, con su inteligencia y su perseverancia como únicos aliados. Abrió el camino para los demás.
Uno de los modelos que le gustaba pintar era una especie de “kilim” o alfombra turca, una serie de gotas geométricamente dispuestas y camufladas por el paso de un peine en ida y vuelta, un chevron. Algo parecido a esto:
Este papel es una imitación, claro está. La transformación que hice fue convertir esas gotas en una especie de mariposas como las que presento aquí debajo. Me encantan los animales y tengo una colección de mariposas y escarabajos, así que todo estaba muy cerca de mí.
Claro que transformar estas espigas en otros motivos es algo muy natural, casi era una evolución obligada. Me entretuve incluso poniendo nombres a algunos de estos papeles:
"Gaviotas"
Este se llama “Corazones partidos”
Y este “Intrusos rojos”
“Caracoleando”
Y “Paramecios y protozoos”
El tema de los corazones podía desarrollarse más y pensando en muchas buenas personas de las que el mundo está repleto los llené de oro.
"Corazones de oro"
Recordando que el Suminagashi, de origen japonés, el antecedente más antiguo del marmoleado, utilizaba en principio un solo color y que dice la leyenda que fue un regalo que hizo el dios Kasuga a Jiyemon Hiroba el dia 1 de Febrero de 1151, hice este papel también con el tema de los corazones:
"El corazón de Hiroba"
Norma Rubovits es otro de iconos del marmoleado de EE.UU. Tiene ahora más de noventa años y da gusto hablar con ella, no solo mantiene la cabeza en perfecto estado, sino que la tiene rebosante de la misma ilusión e interés que podría tener una chiquilla. Uno de sus diseños más originales, y creo que aquí sí que se puede utilizar esta palabra con garantía, son las que ella llama “viñetas”, pintadas con solo un par de gotas de pintura, trabajadas como si fueran a ocupar el papel entero y luego “reducidas”. Aquí pongo un ejemplo original suyo, una delicada maravilla llena de sutileza.
Yo, que fundamentalmente soy más rústico, pensé que esta técnica se podía emplear no con un par de gotas de pintura, sino con un papel entero. Otra mariposa, esta vez muy diferente de las anteriores y una reducción completa de un modelo tradicional es lo que os presento. Todos los papeles de mi primer post, H2O, están también hechos con estas ideas, ahora mucho más elaboradas que hace un par de años, cuando pinté estos.
Quizá la más frecuente utilización del papel marmoleado en Oriente tuvo su origen en la necesidad de decorar papel para realzar la caligrafía, la palabra en definitiva, la cultura. Me encanta la caligrafía bien hecha y todo lo que implica, no solo el adorno de la cultura, sino el tiempo que se emplea en semejante labor, la posibilidad de que ese tiempo exista, y el gusto por la labor bien hecha. El callado orgullo de un trabajo hecho primordialmente para ennoblecer a los demás, que alimentarán su espíritu con esa lectura. Los alfabetos orientales tienen tremendas posibilidades artísticas, y sus escribas lo saben y las han desarrollado enormemente. El marmoleado se puso al servicio de la caligrafía artística y desarrolló modelos y técnicas específicas pensadas principalmente para adornar aún más esas letras.
Y esto es lo que os presento ahora. Una Bismillah, el primer verso del Corán, en forma de cigüeña, caligrafía figurativa sobre el fondo de un marmoleado doble. El otro papel es el nombre de Allah repetido ocho veces en forma de estrella, es un diseño de caligrafía cúfica perteneciente a Emin Barin, uno de los calígrafos turcos modernos de más renombre. La técnica se basa en un doble marmoleado de un mismo papel y es posible gracias a la goma arábiga, con la que se pegan al papel las plantillas recortadas con los diseños caligráficos para proteger estas zonas, que no reciben el segundo marmoleado. La goma y las plantillas desaparecen al lavar el papel sin dejar ningún rastro, pudiéndose apreciar la caligrafía recortada que destaca en los tonos del primer marmoleado.
El tema de los papeles dobles, o marmoleado fantasma como algunos le llaman, aunque parezca muy nuevo, como acabamos de ver se empleaba en Oriente prácticamente desde que existe el marmoleado. Pues bien, Franz Weisse, un alemán de los años treinta del siglo XX, de quien se dice que fue uno de los últimos grandes maestros, fue quien los puso de moda en Occidente. Decía que le gustaban porque le recordaban la historia del patito feo. Aprovechaba un papel que no le había salido como el quería y lo volvía a preparar y a marmolear. Nunca sabía lo que iba salir al final, ni cómo iba a resultar el contraste de los dos marmoleados en un mismo papel pero, a veces, decía, obtenía un papel más bello que cualquier otro. El patito feo que se convertía en Cisne.
Conociendo semejante planteamiento no puede uno dejar de intentarlo. Espero que estos tres papeles os gusten tanto como a mí.
"Danzando"
"Miradas"
y "Hatip doble"
Hatip es el nombre de una variedad del marmoleado turco que consiste en repetir un mismo motivo floral o geométrico varias veces en un mismo papel. Puede hacerse en una infinita variedad de formas. Las mariposas inspiradas en Weimann son, de alguna manera, diseños Hatip. Un poco más en mi desmedido estilo lo son estas "espirales"
Y ya como último papel de esta entrada, el "Rolling Stones Hatip Ebru".
Ebru es el nombre turco que designa la técnica del marmoleado y supongo que no tengo que presentar el diseño de los Rolling.
Cuantas veces una sonrisa es el mejor premio.
Llevo tres días colgado a internet preparando este blog, aprendiendo a utilizarlo, e intentando hacer una presentación de la técnica pictórica que me ha convertido en su esclavo. Quisiera creer que haya sido capaz de transmitir lo que hago y porque lo hago. Unos cuantos enlaces que voy a añadir al blog os llevarán a conocer a otros marmoleadores y decoradores de papel y alguna web de encuadernación que creo que merece la pena visitar.
Y seguiré hablando de esta técnica y de la gente que la ha llevado a ser lo que es y de la gente que la practica hoy día. Y de otras técnicas como el papel al engrudo, el patito feo de las técnicas decorativas del papel porque, dicen… como es muy fácil de hacer no tiene mérito. No estoy de acuerdo para nada. Es otro Cisne de belleza cautivadora, y lo de que esté al alcance de cualquiera, pues más a mi favor.
Pero eso irá llegando poco a poco, este año quiero dedicarlo a acabar un libro que estoy preparando desde hace dos, naturalmente sobre este tema y que editará Julio Ollero. Porque si no lo acabo Julio tendrá todo el derecho a dejarme tirado, y todas las personas que me han ayudado de una forma u otra en esta labor podrán llegar incluso más lejos sin que me pueda quejar, porque les comprenderé perfectamente.