jueves, 15 de octubre de 2009

Para Diane Maurer, el origen del universo.

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Una idea muy simple:
verter una sola gota de hiel en el centro de la cubeta llena de colores y...
ver que pasa.

La gota se transforma, se estira hacia arriba y hacia abajo, y el resultado, francamente,
no es especialmente atractivo.



Pero después de hacer el papel anterior me acordé enseguida del libro de Diane Maurer:


(ISBN: 0823055752 / 0-8230-5575-2)
Es un libro fabuloso sobre el marmoleado y sus diversas técnicas y también una guía para la realización de diversos modelos. Es muy conocido en Estados Unidos, pero también fuera de allí, una alumna lo llevó a una de mis clases y me preguntó si lo conocía.

Claro que sí, y no solo lo conocía, sino que, debo confesarlo y pedir excusas a Diane, a quien espero que no moleste lo que voy a decir, repartía entre mis alumnos fotocopias de dos páginas que me tienen fascinado desde que las vi.

Diane explica allí como convertir una redonda gota de pintura en diversas figuras.
Una mariposa, un pez, un colibrí, estrellas y plantas.
Paso a paso, como una receta de cocina.

No me atrevo a repetir aquí mi fechoría, pero sí que incluyo una muestra para que veáis de lo que estoy hablando.



Esto es lo que yo quería hacer.
Verter unas gotas de pintura y convertirlas en estrellas.
Pero con mi hiel de buey en vez de negro.
Me propuse repetir todas las formas que aparecían en esas dos páginas para luego enseñárselas a Diane.

La estrella no fue muy complicada de hacer.




Pero cuando intenté el pez... qué pena.
Es que no me salen estas cosas ni con el dibujo delante.



Lo que me salió parece un escarabajo estirado.
Un monstruo acorazado.
Cualquier cosa, menos un pez.




Podéis reír. Fue lo que yo lo hice.
Y además, después de mi "pez" abandoné mis fotocopias.

Pero seguí pintando. El marmoleado es adictivo. No puede uno parar.
Y menos mal que no se puede parar, porque lejos de los diagramas,
empezaron a aparecer figuras.

Unas variaciones sobre el movimiento en espiral.






Hasta llegar a algo parecido a un sol emergiendo desde un azul horizonte.




Naturalmente, me volví loco con las espirales.






No paré de hacerlas hasta que empezaron a aparecer galaxias.

Grandes...






... pequeñas...


... o dobles.


Ahora ya sí que me encontraba más a gusto.
Como "pez" en el agua.

Probé entonces con los típicos círculos concéntricos de la "prueba" del marmoleado.

Mi mujer llama a este papel "el beso", ella sabrá porque.



También se pueden hacer espirales con esta técnica.


Pero, cuando uno se embala, todo es posible.
Probé con mis árboles, mi versión del "Art Nouveau", ahora diferente.





Y, puestos a experimentar, un árbol y una espiral.


Me interesa la hiel de buey, me gusta jugar con ella.
Había que probar a pintar ese fondo que me fascina en blanco,
porque pudiera ser que un fondo suave realzara las figuras.





Sí, es como un magma sobre el que flota la vida.
Amebas y protozoos.
Ciencias naturales de primaria. Casi ni me acuerdo.



Como todo va y viene, seguí pintando extrañas figuras.





Combinando aquel primer modelo con el que empecé con figuras en su interior...



... me di cuenta de cómo pudo ser el origen del universo...



... todo nació de la pintura que flota...



... !el marmoleado es el origen del universo¡



5 comentarios:

Glò dijo...

Meeeeecachis¡¡¡, me pdio una espiral numero 13....hablamos.

Irene Zabaleta dijo...

Querido Antonio:

Lo primero, un saludo. Y una noticia: mis alumnos del Centro de Rehabilitación Social San Juan de Dios de Teruel (pacientes psiquiátricos) han aprendido, este verano, a hacer papeles de agua. Y en septiembre ya se atrevían con la medida de 50 x 70 cms. Naturalmente, te lo debemos, les he enseñado lo que me enseñaste.
Y segundo, una pregunta (y, quizá, un desafío), en el libro que comentas, Maurer menciona los papeles "tiger eyes". Bueno, a mí me encantaría aprender a hacer el ojo de tigre, pero lo cierto es que creo que no lo explica, solo comenta las experiencias de dos "marblers". ¿Sabes a qué papel me refiero? Y... ¿cómo se consigue?
Un abrazo,
Irene

Diana dijo...

Simplemente inspiradores...
En algunos papeles veo unos grandes y hermosos ojos.
En otros mariposas revoloteando y colibrís suspendidos.

Unknown dijo...

A este paso los fractales serán cosa de niños para ti Antonio.
Saludos desde la Ciudad de México.

Antonio Vélez Celemín dijo...

El ojo de tigre se hace con mil recetas diferentes, cada pintor emplea la suya.

Gabriele Grunenbaum menciona la suya que se hace a base de nitrato de potasio, alumbre y sosa. 100 grm. de cada producto disueltos en 150 ml. de agua caliente. Hay que añadir una gota de este preparado al color negro que se vierte en ultimo lugar y que debe formar los ojos. Naturalmente hay que probar y probar hasta lograr el equilibrio entre los rayos y el centro negro de cada gota.

Cada uno de esos tres productos, por si solo, da un aspecto diferente al mezclarlo con el negro. Hay quien prefiere emnplearlos aislados o mezclarlos en diferentes proporciones.

Otros artistas, Iris Nevins, por ejemplo, no utilizan el negro siempre y hacen este modelo con los ojos rojos o azules...

Una version que me impresionó es la de Fulvio Aquilina. Simplemente perfecta.

Aunque tambien he visto algun libro que mas que ojos de tigre, lo que parecen son ojos divinos.

Hay que protegerse bien las manos porque el producto escuece; y hacer estos papeles los ultimos, justo antes de tirar el baño, porque lo corrompe y tambien hay que tener cuidado con la cubeta si es de acero galvanizado, si caen ojos al fondo no habrá manera de limpiarlos.

Me encanta oir lo de tus chicos, deberias hacer un video y ponerlo en youtube, disfrutariamos todos.

Un cordial saludo, Irene.

Y muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios, son siempre un gran aliciente.