ANTONIO VÉLEZ CELEMÍN
en La Cajita de Arte de LA DOMINOTERÍA (Madrid)
Del 24 de Marzo al 13 de Abril de 2012.
Diario de un aprendizaje.
I. Los inicios.
El papel que me dio a entender que podría marmolear decentemente algún día. Lo empleé para la única encuadernación que he presentado a un concurso, La vuelta al mundo, de Julio Verne, expuesta en la vitrina.
Los peines !Esos son los modelos que más me gusta hacer¡
El 14 es un jardín francés, porque es una “flor de lys” entonada al verde, y el 15 es un modelo de invención personal.
Aprendí la importancia de verter cada gota de color en el sitio adecuado, y resultó muy fácil hacer variaciones sobre los diseños de Christopher Weimann, cuyos libros están aquí expuestos. Quizá el colmo de la regularidad sea el nº 20, aunque el 21 lo debí hacer en el mismo momento, tiene los mismos colores exactamente, pero a veces, justo después de hacer un gran esfuerzo para obtener la mayor regularidad, uno se relaja y obtiene resultados similares, aunque por el camino contrario.
Los modelos dobles son una permanente tentación, nunca he dejado de hacerlos. Este 29 fue uno de los primeros que guardé. Es como un paisaje alpino, o eso me parece a mí.
El “plegado” una peculiar manera de colocar el papel que produce líneas de varias formas, es otro de los retos del marmoleador. El nº 36 lo empleé para una felicitación navideña con un poco de retoque, el rostro era obvio. El 37 está hecho sobre un modelo de peines, algo inusual, como el 38, el plegado arco iris, que se hace sobre un papel al que se han añadido unas bandas de pintura mediante una brocha, que el motivo “plegado” acentúa todavía un poco más.
Diario de un aprendizaje.
II. La hiel de buey.
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La hiel es el elemento clave para que el marmoleado cree modelos para ser contemplados en su totalidad, como este “fantasma”.
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Al principio vertía la hiel, mejor dicho el agua de hiel, sin ton ni son como en el nº 42, a pesar de lo cual aparecían imágenes atractivas. Cuando controlaba más, 43, podía abrir surcos como el trazado de un tablero de un juego fantástico. Con mayor control todavía, 44, podía aislar motivos y jugar con la mayor tensión del baño producida por el exceso de hiel.
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Estos dos modelos me gustaron mucho, el 46 lo escogí para mis carteles publicitarios.
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Esa misma técnica permite esbozar figuras claramente reconocibles.
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Y convertir modelos clásicos en delicados motivos absolutamente modernos.
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En el nº 51 no se usa la hiel, son las bandas de colores las que aíslan los ramos, sin embargo en el 50 sus efectos son claros.
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El agua de hiel fue lo que me permitió “personalizar” el modelo “Art Nouveau” de Kersten (cuya copia es el nº 53) y realizarlo con modelos de peines… en una sola vez.
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Los surcos de la hiel permiten dividir este modelo en partes diferenciadas…que pueden recortarse¡¡
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Una gota colocada en el punto justo abre una flor… y con varias bien colocadas aparecen unos jardines fantásticos.
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Y con poca pintura y mucha hiel, ramos y dibujos.
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El nº 59 es un modelo que surgió de la equivocación de un alumno.
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En el 60 se ve precisamente el juego de la hiel. Creé los espacios para las espirales, salpiqué algunas gotas y luego vertí “una” gota de hiel a la izquierda y “dos” a la derecha. El espacio de la derecha es por tanto mayor, y tuve que rellenarlo con más pintura amarilla que roja.
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Aquí los espacios se abrieron sobre un fondo de peines.
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Y aquí la hiel produjo tensión suficiente para que el color no abriera demasiado.
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El nº 65, y los cuadros que cuelgan de las paredes de esta exposición, se crearon por la hiel. Sin ella, este tipo de marmoleado no podría realizarse.
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Mis últimos modelos incorporan la hiel desde “dentro” del modelo, lo comprimen hacia fuera, que no es lo mismo que extenderlo, si puedo explicarlo así.
El número 69 es un homenaje a Julio Verne, igual fue el comienzo de esta exposición, son las hélices del Nautilus.
***Los pequeños modelos que vienen a partir de aquí fueron hechos en la misma sesión de marmoleado, el cerebro fluye y no crea dos imágenes iguales.
Estos, en cambio, son ejercicios de “plegado”.
Y, para acabar, otros dos modelos de la serie anterior y
un autorretrato.
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Muchas gracias a María del Mar y a Fernando por haber hecho posible esta exposición.
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4 comentarios:
Les quedaron hermosas las vitrinas. Felicitaciones nuevamente y espero que se realicen otras más.
Maravilloso artículo. Un placer para los ojos, y un estímulo para iniciarse en este trabajo. Felicidades.
Solo puedo decir que es usted un genio. Debe ser muy gratificante para usted ver sus primeros trabajos, el comienzo de un viaje placentero, y ver ahora las cosas maravillosas que hace, felicidades.
Qué gusto, Antonio, poder ver aunque sea virtualmente tu exposicón. Muchísimas gracias por compartirla y con tu permiso yo procedo a hacer lo mismo para que quienes aún no te conozcan puedan disfrutar de tu maravilloso arte. Unn saludo.
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